Passivhaus, o, casa pasiva, es un modelo de construcción alemán que surgió a finales de los años 80 a partir de una conversación entre los profesores Bo Adamson de la Lund University de Suecia y Wolfang Feist, del Institut für Wohnen und Umwelt de Alemania.
Las viviendas Passivhaus se diferencian de las demás porque cuentan con un gran aislamiento térmico, aprovechan la energía del sol para una mejor climatización – sin depender de fuentes contaminantes como los sistemas de aire acondicionado y calefacción – y reducen su consumo energético hasta un 70% sobre las construcciones convencionales.
Como en cualquier vivienda, los huecos de la envolvente son los puntos más débiles térmicamente hablando, por ello es imprescindible que en una casa construida bajo este estándar se instalen ventanas Passivhaus.
¿Qué son las ventanas Passivhaus?
Las ventanas Passivhaus son aquellas que tienen una función característica: limitan las pérdidas energéticas gracias a sus altas prestaciones, mejorando y manteniendo el confort térmico en el interior.
Generalmente, las ventanas Passivhaus se fabrican con materiales de gran durabilidad, y, sobre todo, las podemos encontrar de PVC y en aluminio, aunque este último en menor medida.
Las casas pasivas no tienen por qué renunciar a un diseño moderno con grandes ventanales, ya que las ventanas Passivhaus cumplen la función de cualquier ventana con el plus de ser más eficientes.
¿Cómo funcionan estas ventanas?
Para que una vivienda sea considerada pasiva, debe cumplir ciertos principios:
- Contener un aislamiento térmico de alta calidad.
- Evitar los puentes térmicos en la envolvente.
- Ser estanca al aire.
- Utilizar un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor.
- Instalar ventanas y puertas de alta eficiencia energética.
Respecto al último punto, las ventanas pasivas tienen que fabricarse con los mejores materiales para poder ofrecer un comportamiento térmico perfecto, con un máximo aislamiento tanto en el marco como en el vidrio.
Por otra parte, su correcto funcionamiento también dependerá de su instalación, que debe ser realizada por profesionales para garantizar la hermeticidad al aire en el encuentro entre la ventana y la envolvente. Así, se asegura que no se escape el aire entre el marco y la pared.
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